Los plásticos reforzados son un material flexible (de bajo módulo de elasticidad) pero a la vez, muy resistente mecánicamente. Sometido a un esfuerzo de tracción, se deforma proporcionalmente, o sea, que cumple con la ley de Hooke, con la particularidad de que la rotura se produce sin presentar fluencia previa.
Su peso específico (1,8 Kg/dm3) es mucho menor que el de los materiales tradicionales, lo que hace que el P.R.F.V. posea una alta resistencia específica.